El deporte y la fe se encontraron en una escena inusual pero cargada de simpatía y significado. El Papa León XIV recibió en audiencia privada al número uno del tenis mundial, el italiano Jannik Sinner, quien acudió al Vaticano acompañado de su familia para un emotivo y distendido encuentro con el Sumo Pontífice.
Conocido por su afición al tenis desde su infancia, el Papa León XIV —antes el Cardenal Robert Prevost— aprovechó la ocasión para compartir anécdotas personales y bromas con el joven campeón. “¿Y tú me dejarías tu puesto en Wimbledon?”, le preguntó con una sonrisa, tras interesarse por sus últimos partidos en el Masters de Roma, torneo que se disputa esta semana y que coincidió con su reciente elección como Papa.
El vínculo entre el Pontífice y el tenis ha sido una constante en su vida. Durante sus años como obispo en Chiclayo, Perú, y luego como prefecto del Dicasterio para los Obispos, el ahora Papa encontraba tiempo para practicar el deporte en los jardines de la Curia General de los agustinos, a pocos pasos del Vaticano. “Me considero un tenista aficionado”, confesó en 2023 durante una entrevista con la Orden agustiniana. Incluso se dice que, justo antes de entrar al cónclave que lo eligió Papa, jugó un último partido que, según el P. Alejandro Moral, prior general de los agustinos, “le hizo mucho bien”.
Su pasión no ha pasado desapercibida durante los primeros días de pontificado. El pasado domingo, en una conversación con periodistas, bromeó sobre un posible partido benéfico de dobles: “Mientras no traigas a Sinner”. El comentario, que hizo alusión al apellido del tenista —“pecador” en inglés— llegó a oídos del propio deportista, quien respondió entre risas: “Es bueno para nosotros, los jugadores de tenis, tener un Papa que le guste este deporte”.
El encuentro de este miércoles consolidó ese simpático cruce de palabras. Sinner, quien ha demostrado admiración por la figura del Pontífice, declaró tras la audiencia: “Ha sido un verdadero honor conocer al Santo Padre. No es común que el Papa sea fanático del tenis, así que ha sido un momento inolvidable para mí y mi familia”.
Aunque no se concretó ningún duelo en la cancha, el ambiente fue el de un amistoso preámbulo. Y con el humor que ya lo caracteriza, el Papa León XIV dejó la puerta abierta para un eventual partido. “Quién sabe”, dijo Sinner. Y quizás, como suele suceder en el tenis, el mejor juego apenas comienza.
Tomado de TotusNoticias.com