Este domingo 6 de julio, durante la oración mariana del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el papa León XIV dirigió un enérgico llamado a los gobernantes del mundo para que sustituyan la violencia armada por un diálogo sincero y responsable. Reiteró que “la paz es el deseo de todos los pueblos y es el grito doloroso de los desgarrados por la guerra”, e instó a que el Señor toque los corazones de quienes toman decisiones políticas.
El Pontífice expresó su profunda solidaridad con las víctimas de las recientes inundaciones en Texas, elevando oraciones especialmente por las familias afectadas, y vinculó este mensaje a su exhortación general por la paz global. En un contexto dominado por conflictos en Oriente Medio y Europa del Este, sus palabras adquieren una resonancia particular frente a la guerra en Ucrania y el enfrentamiento eterno entre Israel y Palestina, así como el involucramiento de potencias como Irán y Estados Unidos.
Su insistencia en el diálogo como reemplazo de los enfrentamientos armados refleja una visión claramente ética y pastoral por parte de la Santa Sede, que se propone actuar como puente diplomático sin imposiciones, sino mediante la promoción del entendimiento mutuo. Asimismo, se refirió de manera directa a los líderes, demandando valentía moral y coherencia en sus decisiones, y convocó a los fieles a orar por esa transformación inaplazable.
Con este llamado durante el XIV Domingo del Tiempo Ordinario, León XIV consolida una línea constante de su pontificado: priorizar la reconciliación y la palabra frente al método bélico. El desafío lanzado a la comunidad internacional es claro: la historia y las víctimas exigirán respuestas basadas en el diálogo, no en las balas. El peso de su mensaje radica en poner en evidencia que los líderes, antes que nunca, deben asumir su responsabilidad ética para abrir rutas de paz efectivas y duraderas.
Tomado de TotusNoticias.com