Más de un millón de jóvenes de alrededor de 146 países asistieron al cierre del Jubileo de la Juventud este domingo en la explanada de Tor Vergata, en Roma, respondiendo al llamado del Papa Francisco y celebrado por el papa León XIV con fervor y esperanza durante una misa multitudinaria. El evento marcó un punto culminante del Año Santo de 2025 y el inicio simbólico de su pontificado, al congregar al mayor grupo juvenil desde que asumió la sede de Pedro.
En su homilía, el Pontífice exhortó a “aspirar a cosas grandes” y no conformarse con el éxito inmediato, alentando a la juventud a soñar, compartir y superar la comodidad del consumismo. Insistió en que el mayor regalo de la fe es un corazón abierto al servicio y al perdón, y que la santidad no es una opción secundaria sino el camino hacia la realización personal.
León XIV también transmitió un mensaje de solidaridad especialmente dirigido a los jóvenes que sufren en zonas de conflicto como Gaza y Ucrania. Llamó a resolver diferencias a través del diálogo y no de la violencia, recordando a los fieles su compromiso con la paz y la justicia global.
Durante el rezo del Ángelus, anunció que la próxima Jornada Mundial de la Juventud se celebrará en Seúl, Corea del Sur, del 3 al 8 de agosto de 2027. Reveló el lema: “Tengan valor: yo he vencido al mundo” (Jn 16,33), una invitación a la esperanza que resonó entre los peregrinos de todo el planeta.

Este encuentro se inscribió como el evento juvenil más destacado del breve pontificado de León XIV: participaron más de 7.000 sacerdotes y más de 450 obispos, y asistieron jóvenes de todos los continentes. Muchas delegaciones acamparon desde hace días en la explanada, que alcanzó una dimensión equivalente a 70 campos de fútbol.
Medios internacionales describieron la vigilia y la misa como un auténtico “Woodstock católico”, ya que la juventud recibió al Papa con cánticos, pancartas y fervor misionero bajo una lluvia ocasional. Redes sociales se llenaron de testimonios, fotos y vídeos, consolidando su impacto como fenómeno global de fe.
Una vez finalizada la ceremonia, el Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida invitó a obispos y líderes juveniles a iniciar los preparativos para la JMJ Seúl 2027. Ya se ha activado un protocolo de colaboración interdiocesana y educativa para que el tema y el espíritu del encuentro penetren en parroquias, colegios y comunidades católicas del mundo.
Tomado de TotusNoticias.com