El Vaticano se encuentra en medio de una intensa controversia a pocos días del inicio del cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco. El cardenal italiano Angelo Becciu, condenado por corrupción en 2023, ha decidido desistir de participar en el proceso tras la revelación de dos cartas firmadas por el propio pontífice argentino antes de su fallecimiento, en las que se confirma su exclusión del cónclave.
Las misivas, fechadas en 2023 y marzo de 2025, fueron presentadas al cardenal Becciu por el secretario de Estado, Pietro Parolin, durante las congregaciones generales previas al cónclave. En ellas, el Papa Francisco expresaba su voluntad de que Becciu no participara en la elección del nuevo pontífice, debido a su implicación en un escándalo financiero relacionado con la compra de un inmueble en Londres por 139 millones de euros.
A pesar de haber sido despojado de sus derechos cardenalicios en 2020, Becciu insistía en su derecho a votar, argumentando que no existía una prohibición formal. Sin embargo, tras la presentación de las cartas y una reunión con el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, Becciu anunció su renuncia a participar en el cónclave, manifestando que lo hacía «por el bien de la Iglesia».
Este episodio ha generado tensiones dentro del Colegio Cardenalicio, especialmente entre los prelados italianos, y ha puesto en evidencia las divisiones internas en la Iglesia Católica. La exclusión de Becciu, quien en su momento fue considerado «papable», podría influir en las dinámicas de votación y en la elección de un candidato de consenso.
El cónclave está programado para iniciar el 7 de mayo en la Capilla Sixtina, con la participación de 135 cardenales electores. La decisión de Francisco de dejar instrucciones claras sobre la exclusión de Becciu refleja su compromiso con la transparencia y la reforma dentro de la Iglesia, marcando un precedente en la historia reciente del Vaticano.
La comunidad católica y el mundo observan con atención este proceso, que no solo determinará al próximo líder espiritual de más de mil millones de fieles, sino que también definirá el rumbo de la Iglesia en los próximos años.
Tomado de TotusNoticias.com