SUSCRÍBETE
En Red con Dios
  • Inicio
  • Noticias
  • Jubileo 2025
  • Lecturas del Día
    • Evangelio del Día
  • Tiempos Litúrgicos
    • Adviento
    • Navidad
    • Tiempo Ordinario
    • Cuaresma
    • Semana Santa
    • Pascua
  • Santo del Día
  • Oraciones
Reading: Sábado de la Séptima semana del Tiempo Ordinario
Compartir
En Red con DiosEn Red con Dios
Font ResizerAa
  • Inicio
  • Noticias
  • Jubileo 2025
  • Lecturas del Día
  • Tiempos Litúrgicos
  • Santo del Día
  • Oraciones
Search
  • Inicio
  • Noticias
  • Jubileo 2025
  • Lecturas del Día
    • Evangelio del Día
  • Tiempos Litúrgicos
    • Adviento
    • Navidad
    • Tiempo Ordinario
    • Cuaresma
    • Semana Santa
    • Pascua
  • Santo del Día
  • Oraciones
Have an existing account? Sign In
Síganos

© En Red con Dios. Desarrollado por Totus Agencia. All Rights Reserved.

Portada » Sábado de la Séptima semana del Tiempo Ordinario
Evangelio del Día

Sábado de la Séptima semana del Tiempo Ordinario

EnRedConDios
Última actualización: marzo 3, 2025 8:58 am
EnRedConDios
Compartir
6 Min de Lectura
Compartir

Reflexión del Evangelio de hoy

Dios hizo al hombre a su propia imagen

Este pasaje del Eclesiástico tiene un paralelismo con la creación que se narra en el Génesis. Está empapado de una belleza extraordinaria; es una hermosa imagen llena de ternura y pasión de Dios por el ser humano, nuestra vida es una obra de arte, llena de infinito amor.

Contents
Reflexión del Evangelio de hoyDios hizo al hombre a su propia imagenEl Señor revela los misterios del Reino a los pequeños

El Señor derramó sin límites su amor, cuando creo al ser humano. Qué cierto es que en Él nos movemos, vivimos y existimos; somos su obra sublime al hacernos a su imagen y semejanza. No obstante, por la desobediencia de nuestros primeros padres, nosotros rechazamos este amor, cambiándolo por la avaricia y la soberbia de querer ser como Dios. Fuimos los autores del límite del tiempo: contado y fijo, fruto del pecado, Sin embargo, como la misericordia de Dios es infinita, nos dio autoridad sobre cuanto hay en la tierra, regalándonos muchos dones y privilegios, para que su gloria se manifieste en nosotros. Pero, ¿realmente agradecemos al Señor todos los dones que nos ha otorgado, tanto materiales como espirituales? ¿Estamos convencidos de que esto es una realidad? No somos conscientes de que su mirada amorosa está constantemente puesta en nuestros corazones, ya que, sin su gracia, seríamos incapaces de alabarle, darle gracias y ser instrumentos de su amor, para el bien de los que nos rodean. Tenemos que grabar al “rojo vivo” en nuestros corazones, las actitudes más íntimas de Jesús, para poder identificarnos con Él y ser otros “Cristos”  en la tierra, en medio del mundo.

Aunque, en muchas circunstancias de la vida podamos tener la sensación de que el Señor no nos quiere o nos ha dejado solos, esto está muy lejos de la realidad, ya que, en este fragmento bíblico, nos recuerda que establece una alianza eterna, un pacto infinito, es decir, que aunque nosotros fallemos, el es fiel y constante en sus promesas. Por eso, debemos tener temor, no por considerar al Señor un tirano, sino por temer perderlo y no confiar plenamente en Él, amando al “dios” más cercano que tenemos: que es el prójimo. Y, ¿cómo podemos perder al Señor? Si no guardamos su Alianza. Sin Dios en nuestra vida, nos privamos de la esperanza futura en el encuentro con el Señor, es decir, sin él, no somos nada.

Él siente ternura por nosotros, que somos sus hijos, porque sabe que somos barro y nos perdona constantemente si nos arrepentimos de verdad, porque su amor es incondicional. ¡Qué locura, Dios mío! ¿Nos sentimos los primeros beneficiados de esta acción santificadora del Señor? ¿Qué más podemos pedirle? Debemos aprovechar este Año Jubilar, para discernir, escrutar y orar la Palabra de Dios y aplicarla a nuestro día a día.

El Señor revela los misterios del Reino a los pequeños

En este pasaje evangélico se percibe cómo el Señor ama, valora y defiende lo pequeño, lo frágil, lo que no cuenta, para anular lo que cuenta y lo identifica totalmente con el Reino de Dios.

La mirada de Jesús es muy distinta que la de los discípulos, que en muchas ocasiones también es la nuestra, los cuales creen que el Reino de Dios es sólo para la gente fuerte, madura, importante, adulta, sin embargo, llama la atención que nuestro Señor se enfada con ellos, por su brusquedad y su poco tacto y delicadeza, al no ver que la inocencia, la candidez, la transparencia, el dejarse querer y a la vez dar cariño auténtico, son las llaves para entrar y ser parte del Reino de Dios.

Los adultos hoy en día, la sociedad, e incluso la misma educación, están quitando la inocencia y el candor a los niños, que por naturaleza son inocentes, entonces, si se lo impedimos, ¿cómo podremos ser los adultos como ellos? ¿No será que tenemos que volver con sinceridad y sin doblez de corazón, nuestro pensar, ser y sentir a Jesucristo?

¿Cómo podemos ser parte de este Reino? Con la gracia de Dios, que va haciendo su obra en nuestras vidas y siendo dóciles y humildes a la acción santificadora del Espíritu Santo; experimentando el gozo de gustar y ver cuán bueno es el Señor, que es nuestro Camino, Verdad, Luz y Vida, teniendo la experiencia de un Dios Padre cercano, Amigo y familiar, que en Jesús somos sus hijos y hermanos entre nosotros. Que la luz de Cristo siga calentando, iluminando, guiando y dando sentido a nuestra vida y vocación.

You Might Also Like

Lunes de la Octava semana del Tiempo Ordinario

VIII Domingo del tiempo ordinario

León XIV ratifica provisionalmente a la Curia Vaticana y abre etapa de reflexión

Reflexión Miércoles de Ceniza

Lecturas y Evangelio – 5 de Marzo – Miércoles de Ceniza

TAGGED:En Red Con DiosEvangelio del DiaReflexion
Comparte este artículo
Facebook Twitter Whatsapp Whatsapp Email Copy Link Print

En Video

Síguenos en Redes Sociales

Facebook Instagram Youtube

© En Red con Dios. Desarrollado por Totus Agencia. All Rights Reserved.

En Red con Dios
Ir a la versión móvil
Welcome Back!

Sign in to your account

Username or Email Address
Password

Lost your password?